viernes, 13 de noviembre de 2020

Un minicuento de José Saramago: Café en suspenso

 

Café en suspenso

En Nápoles existe la costumbre de mandar traer un café y pagar más de lo que se consumió. Por ejemplo, cuatro personas entran, se sientan, piden cuatro cafés y dicen: “Y tres más en suspenso”. Pasado un rato, aparece un pobre a la puerta y pregunta: “¿Hay algún café en suspenso?”. El empleado mira el registro de los adelantados, verificando el saldo y dice: “Sí”. El pobre entra, bebe café y se va, supongo que agradeciendo la caridad.

3 comentarios:

  1. Recordé que acá en Manizales hay también un lugar -cafetería- donde quienes quieran pagar uno o dos cafés más del que se va a consumir, lo hace y el dueño va llevando nota... así como que no sea la misma persona el beneficiario. La ayuda es no solo para los pobres que van pasando por allí en solicitud de ayuda para alimentarse sino para aquellos parientes de pacientes que han llegado de otras ciudades bien para citas o exámenes médicos o estén hospitalizados ya que en el sector hay varios centros de salud.

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    1. Qué bien. Bueno oír eso. En el Café Florida, ubicado en la Avenida Lindsay de Manizales, también tienen esa buena costumbre.

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