viernes, 10 de junio de 2022

Complemento a los tips anteriores sobre el uso de las rayas: Diálogo (Wikipedia)

 

Diálogo

El diálogo es el reflejo de la conversación entre dos o más personas.

Algunas veces se encuentran en medio de la narración de un hecho, como sucede con frecuencia en la novela. Otras veces forma el todo de una composición literaria, como ocurre en teatro, en donde el autor no habla en su propio nombre, sino que hace que sus personajes se dejen conocer por sus palabras.

Las conversaciones por chat o sistemas similares pueden tratarse de modo similar a los diálogos hablados.

Debe distinguirse de los pensamientos, que tienen una disposición orto tipográfica distinta (con comillas, en lugar de con rayas). También las transcripciones de lo que suena en una radio u otro aparato, o las transmisiones telepáticas se suelen escribir entrecomilladas.

Índice

 [ocultar]

·         1 Narrativa

o    1.1 Tipos de comentarios del narrador

o    1.2 Puntuación según la posición

o    1.3 Exclamaciones, interrogaciones, puntos suspensivos

o    1.4 Intervenciones de varios párrafos

o    1.5 Diálogos en diálogos

o    1.6 Sistema anglosajón·        


1 Narrativa

En los diálogos de obras narrativas se entrelazan el discurso del narrador y las intervenciones de las personas que conversan. A veces, puede ser la intervención de una sola persona. Para puntuar los diálogos, es decir, para estructurarlos, el principal recurso ortográfico es la raya (o guion largo):

—No viene —dijo Juan—. Allá él.

Aquí, «No viene. Allá él» es la intervención del personaje, mientras que «dijo Juan» es un comentario del narrador.

La raya de apertura va seguida de la intervención sin espacio alguno. No es correcto:

Red x.svg — No viene —dijo Juan—. Allá él.

Cada intervención de un personaje comienza un nuevo párrafo. En escritos de lingüística no es raro que se prescinda de esta norma cuando se dan ejemplos con varias intervenciones (breves) de corrido, pero es una disposición que obedece a una necesidad ortotipográfica específica que no es aplicable a las obras narrativas.

1.1 Tipos de comentarios del narrador

Los comentarios del narrador puede ser de tres tipos (que a veces se pueden combinar). La puntuación varía en función del tipo de intervención:

·         un verbo de habla, entendimiento, pensamiento, opinión o similar (o un giro equivalente) que se refiere a lo que antecede:

—No viene —dijo—. Allá él.

—Idiota —escuchó atónito.

—No me lo creo —fueron sus palabras.

Cuando el comentario coincide con el final del párrafo, se omite la raya final:

—No viene —dijo.

—¿Cómo pudiste hacerme eso? —le preguntó amargamente.

·        un verbo de habla, entendimiento, pensamiento, opinión o similar con que se introduce lo que sigue:

—No viene. —Y añadió—: Allá él.

Cuando se comienza con la introducción, se compone en línea aparte:

Y añadió:

—Allá él.

·         una descripción de las acciones de los personajes u otros comentarios del narrador.

—No viene. —Hizo una pausa y puso cara de indiferencia—. Allá él.

Los comentarios de este tipo también suelen ir en línea aparte en lugar de al comienzo o al final de la intervención. Se tratan de igual modo todas las descripciones de este tipo, aunque tengan verbos de comunicación; es decir, la presencia de un verbo de decir no implica necesariamente la minúscula, sino solo si remite a lo anterior. Por ejemplo, va con mayúscula en:

—No viene. —Es algo que dijo como suele hacer cuando está irritado, con parsimonia—. Allá él.

—Seguro que iré con vosotros. —Dijo esto mismo el mes anterior, pero no lo cumplió—. De verdad, iré —insistió.

1.2 Puntuación según la posición

A continuación se dan ejemplos de diferentes casos.

·         Cuando el comentario del narrador se intercala entre dos palabras:

—La verdad —dijo— es que no lo hice.

—La verdad —su rostro reflejaba pesar— es que no lo hice.

·         Cuando coincide con una coma o un punto y coma

—Si he de ser franco —dijo—, no lo hice.

—Si he de ser franco —su rostro reflejaba pesar—, no lo hice.

·         Cuando coincide con un punto pueden darse varios casos. Por ejemplo:

—No viene —dijo—. Allá él.

—No viene —dijo con pesar, y añadió—: Allá él.

—No viene —dijo con pesar. Luego añadió—: Allá él.

—No viene. —Hizo una pausa y puso cara de indiferencia—. Allá él.

—No viene. —Hizo una pausa y añadió—: Allá él.

—No viene. —¿Acaso no se lo esperaba?—. Allá él.

1.3 Exclamaciones, interrogaciones, puntos suspensivos

En el siguiente ejemplo, la intercalación del inciso al final de la primera oración hace que el punto no quede implícito en la exclamación, pues ya no coincide con él:

—¡No viene! —dijo—. Allá él.

En cambio, en la siguiente sí sigue coincidiendo con el punto:

—¡No viene! —Hizo una pausa y añadió—: Allá él.

Idéntico criterio se aplica a los puntos suspensivos:

Sí, pero... —no estaba seguro de si continuar— fue realmente María quien lo hizo.

No sé..., bueno... —dijo indeciso—. Mira, sí, me vendrá bien salir.

La intervención del narrador puede ir en una pregunta del personaje:

¿De verdad quieres que esté aquí todo el día —preguntó molesto— por si te dignas en aparecer?

1.4 Intervenciones de varios párrafos

Cada nuevo párrafo de una intervención se marca con comillas de seguir, pero no se cierra, puesto que no se ha abierto.

—Era una noche oscura y tenebrosa.

 »Los lobos aullaban, los búhos ululaban.

 »Los árboles parecían fantasmas —continuó.

 »Pero aun así, para que veas, salí a comprar el pan.

—Tampoco te pido tanto... —repuso Ismael.

De preferirse las comillas inglesas sería ” en lugar de ».

1.5 Diálogos en diálogos

Rara vez se incluye un diálogo en una intervención. Martínez de Sousa en el DTL (en «comillas», p. 46) propone la siguiente disposición:

—El diálogo se desarrolló de esta forma:

 »“—Yo no he sido —gritó Antonio.

 »”—Pero has colaborado —aseguró Rafael”.

 »Pero allí no se aclaró nadie.

Obsérvese que el diálogo interior completo está entrecomillado y con comillas de seguir. De esa forma queda claro que el último párrafo es de la intervención principal, no del diálogo interior.

Cuando simplemente se hace una cita en un diálogo, bastan las comillas:

—Me dijo: «Siéntate». Pero no había ni silla, ni sofá, ni nada.

—¿Y qué hiciste?

—Le pregunté: «¿Pero dónde?»; y la respuesta fue «¡Pues en el suelo!».

—¿Puedes leerme cómo comienza la novela con la que estás ahora?

—«En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme».

Cuando se usan comillas de seguir (»), puede ser mejor marcar las citas con “” en lugar de con «».

1.6 Sistema anglosajón

Este sistema, tomado del inglés, prescinde de las rayas y solo usa comillas:

«La casa está vacía», dijo, «pero algo en ella...»

«Sí, a mí me aterra entrar», repuso Lucía

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario