martes, 19 de abril de 2022

Tips para mejorar nuestra narrativa: 18. Puntos de vista: modernos y tradicionales

 Continuemos aprovechando la generosidad del portal Ciudad Seva del escritor LUIS LÓPEZ NIEVES (https://ciudadseva.com/texto/instrucciones-para-escribir-cuentos-o-novelas/) y repasemos los consejos prácticos que nos ofrece para mejorar nuestra narrativa.

Recorramos hoy los siguientes apartes de Pura Literatura: 

18 Puntos de vista

Puntos de vista modernos

Al contar una novela o un cuento podemos usar puntos de vista tradicionales o modernos. Esta nota es sobre los puntos de vista modernos. (Véase aquí mi nota sobre puntos de vista tradicionales.)

Los puntos de vista modernos se pueden definir de manera rápida: es moderno cualquier punto de vista que no sea tradicional. El punto de vista moderno, en pocas palabras, consiste en que el autor cuenta la historia como la dé la gana. Se inventa puntos de vista o utiliza, en el contexto literario, recursos que normalmente no son recursos literarios. La siguiente lista es un ejemplo de recursos que tiene a su alcance un autor que no desee utilizar puntos de vista tradicionales al narrar:

  • informes médicos, científicos, forenses, militares, etc.
  • testamentos
  • invitaciones a bodas, cumpleaños, etc.
  • correos electrónicos
  • cartas
  • chateo
  • blogs
  • noticias de radio
  • noticias de televisión
  • noticias de la prensa escrita
  • programas de radio o televisión
  • esquelas
  • clasificados
  • sentencias del tribunal
  • anuncios comerciales
  • expedientes médicos
  • recibos
  • contratos
  • mensajes de texto
  • Twitter
  • Facebook
  • Instagram
  • cualquier red social
  • segunda persona
  • fluir de conciencia
  • primera persona plural
  • etcétera

Es decir, el siglo XX rompió con las formas tradicionales de narrar. Desde entonces, cualquier recurso es válido siempre que se pueda utilizar para contar una historia de forma coherente.

Un cuento, por ejemplo, puede comenzar con un testamento de cinco páginas. Luego presentar una esquela breve. Luego un expediente médico de tres páginas. Luego alguna noticia de radio, televisión o prensa escrita. Y puede terminar con un largo chat en una red social.

Es decir, la historia completa se puede contar sin utilizar, en ningún momento, ninguno de los puntos de vista tradicionales (primera o tercera persona).

O, por supuesto, se puede mezclar los puntos de vista modernos con los tradicionales. Empezar con un contrato, al final del contrato incluir varias páginas en tercera persona omnisciente, y luego terminar con una sentencia jurídica. Esta sería una combinación de tradicional con moderno.

En esencia, el autor moderno puede hacer lo que le plazca. Si el producto final es un cuento o una novela verosímil e interesante, habrá logrado su objetivo.

 

 Puntos de vista tradicionales

Podemos dividir los puntos de vista tradicionales en dos grupos, que a su vez se dividen en tres, para un total de seis puntos de vista. Estos son:

Tercera persona

1. Omnisciente
2. Selectiva
3. Observador

Primera persona

1. Protagonista
2. Personaje secundario
3. Personaje observador

Veamos estos puntos de vista en detalle:

 

Tercera persona

1. Omnisciente: Se le conoce también como la “voz de dios” porque lo sabe todo. Conoce el pasado, presente y futuro de todos los personajes, desde el más importante hasta el menos conocido. Sabe lo que piensan todos los personajes. Sabe lo que hay detrás de una pared o dentro de una caja fuerte. Lo conoce todo, aunque hayan transcurrido mil años o vaya a ocurrir dentro de mil años. Este es el punto de vista que más hemos leído en nuestras vidas. Prácticamente todos los cuentos de hadas, folclóricos y tradicionales están escritos en tercera persona omnisciente. Asimismo, ocurre con la mayoría de las novelas y los cuentos clásicos hasta principios del siglo XX.

Ejemplo: Ana y su mejor amiga, Verónica, llegaron tarde a la fiesta de Miguel porque estuvieron toda la mañana en la playa. Aunque Ana se veía tan hermosa como siempre, no sospechaba que en solo cinco días un terrible accidente automovilístico le destrozaría el rostro y acabaría con su belleza. Llegó feliz a la fiesta de Miguel, quien había estado preparando la comida durante dos días. Al este acercarse para saludar a las chicas, Verónica preguntó dónde estaba el baño y se alejó antes de que Miguel pudiera darle un beso de saludo. Desde hacía tres años Verónica odiaba a Miguel, se le hacía difícil disimular la repugnancia que sentía por el hombre a quien culpaba por todas las desgracias de Ana.

En este ejemplo el narrador conoce el pasado y el futuro de Ana (estuvo en la playa, en el futuro tendría un accidente). Conoce datos del pasado de Miguel (estuvo dos días preparando la comida). Y sabe sobre el pasado de Verónica (hace tres años que odia a Miguel). Es tercera persona omnisciente porque puede entrar a las mentes de todos los personajes.

2. Selectiva: Aunque contado en tercera persona, el narrador lo hace desde la perspectiva de un solo personaje. Conoce el pasado, presente y futuro de un solo personaje, cuya perspectiva adopta indirectamente. Sobre los demás personajes no sabe (o no expone) nada que no pueda verse a simple vista.

Ejemplo: Ana y su mejor amiga, Verónica, llegaron tarde a la fiesta de Miguel porque estuvieron toda la mañana en la playa. Aunque Ana se veía tan hermosa como siempre, no sospechaba que en solo cinco días un terrible accidente automovilístico le destrozaría el rostro y acabaría con su belleza. Llegó feliz a la fiesta de Miguel. Al este acercarse para saludar a las chicas, Verónica preguntó dónde estaba el baño y se alejó.

En este ejemplo, el narrador cuenta el pasado y el futuro de Ana (estuvo en la playa, en el futuro tendría un accidente). No expone los datos del pasado de Miguel. Tampoco sabe que Verónica odia a Miguel desde hace tres años. Es tercera persona selectiva porque solo entra en la mente de Ana.

3. Observador: Cuando un narrador adopta este punto de vista, solo cuenta lo que puede ver una cámara. Es decir, solo cuenta lo que vemos, la acción. No entra en la mente de ningún personaje. No conoce el pasado, presente o futuro de ninguno de sus personajes. No sabe lo que piensa ningún personaje. No sabe qué le ocurrirá o le ha ocurrido a ninguno de los personajes. Como si fuera un testigo mudo (o una cámara) solo cuenta la acción.

Ejemplo: Ana y Verónica llegaron tarde a la fiesta de Miguel. Ana se veía hermosa. Llegó feliz a la fiesta de Miguel. Al este acercarse para saludar a las chicas, Verónica preguntó dónde estaba el baño y se alejó.

En este ejemplo, el narrador no cuenta ni el pasado ni el futuro de Ana. No expone los datos del pasado de Miguel. Tampoco sabe que Verónica odia a Miguel desde hace tres años. Es tercera persona observador porque no entra en la mente de ningún personaje.

 

Primera persona

1. Protagonista: Cuando el mismo protagonista cuenta la historia.

Ejemplo: Un galeón viaja desde San Juan hasta La Habana. El capitán narra el cuento en primera persona. Este capitán es el protagonista de la historia. Es un héroe. A mitad de camino, el barco es atacado por piratas. El capitán cuenta cómo ordenó disparar los cañones. Cuenta que él mismo apuntaba los cañones para que golpearan con mayor certeza, pero los piratas eran muchos. El capitán cuenta cómo preparó a la tripulación para repeler el abordaje de los piratas. El capitán mismo se colocó al frente de los hombres, una espada en una mano y un pistolete en la otra. El capitán cuenta cómo no solo rechazaron el abordaje, sino que él dirigió a sus hombres para abordar y capturar el barco pirata. El capitán cuenta cómo mató a muchos piratas. También cuenta cómo los piratas se rindieron. Finalmente, el capitán cuenta cómo sus marineros celebraron la victoria. En resumen: el protagonista de este cuento es la misma persona que lo cuenta: el capitán. Por eso es primera persona protagonista.

 

2. Personaje secundario: Cuando un personaje secundario cuenta la historia.

Ejemplo: Sería la misma historia que acabo de contar en el párrafo anterior. El capitán es el protagonista y lleva a cabo todas las acciones valerosas contadas en el párrafo anterior. Pero no lo cuenta el capitán, sino uno de sus tenientes. Como es primera persona, en la versión anterior el capitán siempre contaba “ordené disparar los cañones” o “apunté los cañones” o “preparé a la tripulación para repeler el abordaje”. En el caso del personaje secundario, algunas cosas estarán en primera persona (porque el personaje secundario participa) pero otras estarán en primera persona plural. El teniente dirá que el capitán “nos ordenó disparar”, “apuntó los cañones”, “nos preparó para repeler el ataque”, “abordamos el barco enemigo”. Es decir, el personaje secundario participa de la acción y está presente, pero no es el protagonista. Por eso es primera persona personaje secundario.

 

3. Personaje observador: Cuando un personaje que está presente, pero que no es un personaje importante, cuenta la historia.

Ejemplo: En el caso de la misma historia de los dos ejemplos anteriores, el capitán es el protagonista y el teniente es un personaje secundario. Sin embargo, puede haber un personaje que está en el barco pero no es protagonista ni secundario. Es básicamente un observador o testigo. Digamos que la historia la cuenta el cocinero. Mira toda la acción desde una ventana o desde el otro lado de la cubierta del barco. Entonces dirá que el capitán “ordenó disparar los cañones”, que “el capitán personalmente apuntó los cañones” o que “preparó a la tripulación para repeler el ataque”. El narrador está presente y nos cuenta la acción, pero realmente no participa o participa de forma mínima porque no es protagonista ni personaje secundario. Por eso se conoce como primera persona personaje observador.

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