Reflexiones sobre la situación mundial actual, a causa de la pandemia provocada por el SARS-COVID-19. Por Hernando Restrepo Diaz.MD. III parte.
Las enfermedades no nos llegan
de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados contra la naturaleza.
Cuando se hayan acumulado
suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de
repente.
Hipócrates
Inmersos como estamos en
reflexionar acerca del impacto mundial causado por la enfermedad por
Coronavirus (LA COVID-19) y la pandemia consecuente, ahora seguimos
contemplando la vida llena de situaciones diversas de un viejo médico y amigo,
quien rememora conmigo, mediante misiva que me envía,
nuestra vida como profesionales activos dentro de la medicina asistencial que
durante muchos años practicamos. Nuestro personaje, desde hace unas semanas ya
se encuentra al lado de los suyos en vista la mejoría que experimentó,
básicamente de su apreciable trastorno respiratorio, como fruto de la vacunación
y de la enorme y consagrada tarea que desempeñó todo el personal de salud que
lo asistió en aquella clínica, luego de recaer —víctima por segunda vez—, de
esta temible enfermedad que nos ocupa.
LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS
(LA COVID-19) Y EL MEDICO-PACIENTE. -Fragmento B.
La salud es la mayor posesión,
la alegría es el mayor tesoro, la confianza es el mayor amigo.
Lao Tse
Nuevamente me escribe mi colega
y viejo amigo; esto me dice:
—Hola, recordado amigo y
compañero; como sabes, ya me dieron de alta; casi no logro recuperarme de esa
preocupante asfixia que me coge por épocas. Sólo quedaba en aquella sala en la
que nos hallábamos nueve pacientes diagnosticados como positivos para Covid-19,
uno, costeño él, y de nombre Bienvenido; Que vaina, aunque tiene apenas unos
cincuenta años de edad, sus grandes pecados fueron haber sido gran fumador y
bebedor durante toda su vida, transcurrida entre la música como compositor y su
profesorado en colegios. Respecto de ese asunto que a muchos convierte en
oxigeno-dependientes (así sea por épocas), en mi caso es extraño; vos lo sabés,
nunca fui un gran fumador, solo me dio por tan estúpido y costoso vicio recién
graduado, cuando ya me ganaba unos pesos haciendo turnos en nuestro hospital
San Vicente y en clínicas privadas —en algunas de ellas trabajamos juntos, tal
vez lo recuerdas—. ¡Ya era un Doctor! Y aunque andaba en buses, sacaba a
relucir los cigarrillos más caros y más fuertes de los años 70, los mentolados,
de los que me acuerdo sólo de algunas de las marcas: kool, Mustang, Salem; y,
aunque fumaba poco, empieza el muchacho/Doctor a toser y a toser, con una
carraspera la berraca, lo que me obligó a dejarlos (luego de porfiar en
fumarlos durante varios meses. Pero, aunque esto ocurrió hace muchos años, la
huella, el daño, persisten. Sabemos bien que, si yo hubiese continuado fumando,
ese hecho podría devenir en una enfermedad mucho más grave (EPOC).
—Bueno, colega, y se sigue
hablando del Covid-19 por doquier, es aún algo que incide a nivel mundial en
nuestro día a día. Cierto es que su ferocidad en los últimos días ha decrecido,
lo cual se refleja en la evidente reducción de los contagios y de las muertes,
atribuidos al efecto de las vacunas. Es así como ahora observamos que ya no
está llegando a los hospicios tanta gente por urgencias, en especial aquellos
con sospechas de Covid-19; por ello, se respira un aire de relativa
tranquilidad en cuanto a este azote mundial. Sin embargo, no podemos caer en el
sofisma de que ya podemos pasar la página relacionada con esta peste; se nos
sigue recalcando no bajar la guardia y continuar con las
medidas preventivas, aun aquellos que tengan completo su esquema de
vacunación.
—A este respecto, permíteme
ahora contemplar esto que nos ocurrió en el pasado, cuando estábamos en los
días de asueto:
—Recuerdo mucho como me
vapuleabas cuando jugábamos al ajedrez y al billar; pero, en
ocasiones me dejabas ganar algunas partidas -te hacías el pendejo-; y con
ello conseguías que yo, el perdedor de siempre, me confiase al emerger
como el ganador -así fuera ocasionalmente-. Mas, cuando ya duplicamos y hasta
triplicamos la apuesta, ahora sí, mi amigo, te decías, "se acabó el
pasto" y aparecías como quien realmente eras: el “perro”, para
aprovecharse del “marrano”.
—Esta anécdota, yo la asimilo
al comportamiento de este bicho, tan chiquito, pero tan agresivo. En mi
concepto, está jugando con
nosotros, los humanos y
perfectos. ¿Cómo se atreve? ¿Es que no sabe acaso que ya
conquistamos la luna, y que incluso estamos alistando excursiones hacia ella,
llevando a los potentados de esta tierra para colonizarla, ávidos de
expandir aún más sus riquezas? desconoce, igualmente, que somos los
creadores de la Internet, revolucionando con ella el mundo desde entonces?
¿Debería saber, además, ese pequeñito animal, que hemos llegado a crear la
inteligencia artificial (IA) -los algoritmos-, y así las maquinas nos
evitan el problema de tomar nuestras decisiones, puesto que ellas las toman por
nosotros? Pues bien, lo cierto es que, a pesar de todo lo anterior, Covid-19
nos plantea todo un desafío y se burla de nosotros, ¡en nuestras propias
narices! ¡Siempre ha sido el ganador, desde el principio! Y, de ñapa, nos
demuestra, con hechos, que vino para quedarse. Ante él, nuestra pelea, dada a
través de la comunidad científica internacional, siempre ha sido y será
desigual, mientras no logremos erradicarlo/vencerlo. Por ahora, mi caro amigo,
por lo menos en el caso de esta pandemia, nuestra situación sigue siendo
desesperante, y de nuevo David vence a Goliat.
—Veamos, ya en varias ocasiones,
dentro del prolongado tiempo que lleva esta pandemia, muchos nos hemos llenado
de confianza, bajando la guardia, especialmente cuando aparecieron las tan
esperadas vacunas, las que serían la panacea, nuestra salvación. —y
así fue, llegaron; pero, quiero hacer notar cómo, extrañamente, no solo nos
ofrecieron una vacuna, sino varias marcas de ellas, hecho que de verdad
desconcertaba al aparecer una sobreoferta/competencia de marcas de vacunas.
Bien, pero, ¿qué ocurrió cuando nos vacunamos? bajaban los contagios y por ende
las muertes, a nivel mundial, es cierto; más, para enrostrarnos nuestro mayor
pecado, el ser tan ingenuos, al poco tiempo reaparecía nuestro fatal enemigo,
adoptando otra faz (variante), dejando a su paso una nueva estela de contagios
y de muertes (ola), en todo el orbe. La respuesta de la comunidad científica,
consistió en que debíamos aplicarnos una vacuna de refuerzo, y de nuevo,
ciertamente se calmó la ferocidad del Covid-19 —situación que tranquilizó a
todas las regiones—; entonces, nos dijimos, a bajar la guardia, aquí no pasa
nada, ya acabamos con el enemigo, —aún sin conseguir siquiera en muchos países
una amplia cobertura de la vacunación, ni lograr, en nuestro medio
particularmente, la tan cacareada inmunidad de rebaño—. Así que, ya no es
necesario el uso de la mascarilla/tapabocas, que sigan los espectáculos
públicos masivos y la concurrencia a los estadios, parques, cantinas,
discotecas, centros comerciales, hoteles/moteles, etc.; no suspendan las
fiestas familiares ni los conciertos, y claro está, que sigan llegando turistas
por miles -sin los controles debidos-.
—Por supuesto que, a renglón
seguido, nuestras autoridades de salud (aquellas que autorizaban todo lo
anterior), c amplían con decirnos que cada uno debería cuidarse, seguir
con las medidas de prevención; pero, nosotros, los latinos en especial, tomamos
todo a la ligera -según ello nos convenga y nos exija el menor esfuerzo-;
¡nuestra costumbre siempre ha sido confundir la m…con la pomada!
—En fin, caro amigo, para
comprender mejor todo lo anterior y lo que se nos puede venir encima por
ingenuos, te invito a que repasemos apartes de los conceptos emitidos hace
pocas semanas por el Dr. Ulahy Beltrán López, en su artículo titulado:
Vamos con calma que lo que está
en juego son vidas humanas
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS
Antioquia.
“… Lo primero que
debe reconocerse es que la pandemia está vigente en el momento, aunque es
innegable que, con un número de casos diarios en tendencia decreciente en la
mayoría de las regiones, pero todavía bajo la existencia de la pandemia por
Covid-19.
Esta semana, Hong Kong ha reconocido que la quinta ola
del coronavirus (sí, ya se anuncia la “quinta ola” allí) ha desbordado al
sistema sanitario con cifras récord de nuevos contagios diarios y, según la
jefa del Gobierno de Hong Kong Carrie Lam, esa quinta ola desbordó la capacidad
de la ciudad, incluso el análisis de lo que allí ocurre indica que los
contagios diarios se han multiplicado por 13 en las dos últimas semanas,
pasando de unos pocos a miles cada día, con la aparición de los primeros
fallecidos en febrero, desde el mes de septiembre de 2021.
Desde España se ha anunciado en esta mitad de semana
que, si bien la incidencia de la pandemia marca un descenso, el Ministerio de
Sanidad informó que este miércoles hubo 444 fallecimientos relacionados con el
coronavirus, siendo ésta la cifra más alta de decesos desde marzo de 2021 en
dicho país europeo.
Frente a la principal herramienta utilizada en esta
guerra con este enemigo invisible, como es la vacunación contra el virus, ya se
está hablando en Suecia de una cuarta dosis para todas las personas mayores de
80 años, así como para los que viven en hogares geriátricos, independientemente
de qué edad tengan. Incluso, en países como Israel, Dinamarca y la misma
España, se anuncia que implementarán una cuarta dosis para personas vulnerables
y/o mayores. …Esa realidad no homogénea de las coberturas de vacunación en los
países, para tomar cualquier decisión de eventuales levantamiento de medidas
restrictivas o de bioseguridad, debe también relacionarse con lo que son los
momentos de la cuarta ola generada especialmente por la variante ómicron y que
está mostrando que en algunas partes del mundo el nivel de contagio está en
aumento franco en el número de nuevos casos diarios, en otros está en el máximo
pico, en otros está en el inicio de su descenso y en otros ya hay un franco y
sostenido descenso en el número de nuevos casos, aunque no cesan los
fallecimientos atribuibles al coronavirus en todos esos países.
…para los expertos nos resulta imprescindible analizar
la situación que está dándose en algunos países donde los niveles de vacunación
son muy bajos y también tienen muy baja capacidad de diagnosticar casos nuevos;
es el escenario propicio para que se consideren esos países en “condiciones
ideales para que emerjan nuevas variantes del coronavirus”. Toda esta situación
hace que la OMS ratifique que la falta de vacunación en 116 países implica que
no podrían alcanzar el objetivo global que la humanidad se haya vacunado en un
70 por ciento a mediados de 2022.
Con esa panorámica del mundo, la situación en Colombia
es un fiel reflejo de esa vitrina internacional: hay un nivel de vacunación muy
desigual entre las diferentes regiones; esa falta de coincidencia en los
alcances de la vacunación se puede observar entre los diferentes grupos
poblacionales y en los diferentes momentos de la vacunación (primeras y
segundas dosis, además del refuerzo). A esa realidad nacional, debe sumársele
en el análisis de la foto de la pandemia de hoy en Colombia el comportamiento
asincrónico que ha tenido ómicron en los diferentes territorios, observándose
que en el país se viven distintos momentos pandémicos en las diferentes
regiones del país (unas regiones aumentando en el número de casos nuevos, otras
en el pico, otras en un descenso incipiente y otras en un franco y sostenido
descenso).
No se puede dejar de lado al momento de buscar respaldo
técnico y epidemiológico para considerar el levantamiento de las medidas
restrictivas y de bioseguridad, lo que está ocurriendo con las variantes ómicron
y delta en Colombia. El Instituto Nacional de Salud reportó la semana anterior
que, si bien la variable predominante en estos momentos es la ómicron, en
Colombia está coexistiendo simultáneamente aún en algunas regiones con la
variante delta que es altamente letal, por lo que levantar la medida del uso
del tapaboca en esas regiones, que además presentan aún coberturas muy bajas en
la aplicación del refuerzo vacunal y de manera especial en grupos poblacionales
de alto riesgo, resulta a todas luces una medida no procedente y peligrosa.”
*Boletín Momento Medico del 19 febrero de 2022
#391
oH3
Hernando Restrepo Diaz,
MD.
Medellín, marzo 8 de 2022
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