Homenaje a nuestros poetas. Entre ellos:
Juana María Echeverri, Juan Carlos Acevedo, Gloria María Medina, John Hoyos, Georges Weinstein, Ástrid Arboleda, Gilma de los Ríos, Adalberto Agudelo, Rosa Elena Grueso, Beatriz Zuluaga, Beatriz Hoyos ―Felicidad― y Dominga Palacios.
Juana María Echeverri:
Montemadre
Vuelve
ya por su recuerdo a su espejo original
José Lezama Lima
No teman las conozco a todas
Madremonte
Hermanautas y la cata de la sangre
El rostro
anticipa un paisaje
Montemadre
Bosque infinito de lenguas
bestiario en ascenso sin
saciedad sueño
Mis hermanas y yo al inicio de la sensación
👏👏👏
Juan Carlos Acevedo
Espejos
Me mira como se mira un cachorro.
Descubro la ternura en sus espejos
y pienso: en la tierra nadie mira con ternura,
la gente de ciudad tiene miedo.
¿Quién desde el fondo de esas aguas,
me interroga?
Me observa.
Tiemblo.
Desfallezco.
Para defenderme atrapo palabras
con los dedos,
y escribo poemas que
no sirven para nada.
Me mira y mi rostro se deshace.
Una oración pido,
una palabra basta: su nombre.
Gloria María Medina:
Ojales para las cicatrices
Ahora es una Arlequina
frente a la ventana
recoge los labios, los
hace ovillo
lanza vaho y el cristal
se nubla
su temblor en los dedos
dibuja
destinos con triángulos
de humo
Es una muchacha con alma
de cántaro,
de tanto ir al agua, se
ha roto en siete caminos
por los ojales de sus
cicatrices escaparon
diarios de amor y olvido,
todas las cadenas
y un desfile de engaños
Trae la magia del amor
consigo,
puede sacar de los bolsillos
besos como retoños de
hierba,
hijos no nacidos, cantos
de sirena
y boleros para bailar con
todos los vestidos.
Ahora es una alondra,
flor del aire de regreso al paraíso
Gloriamaría
👏👏👏
John Hoyos:
Las vitrinas
Las vitrinas son las muchachas más
impúdicas de la ciudad.
Exhibicionistas ellas,
muestran sin bochorno sus intimidades
para invitarnos al consumo.
El vestido largo que anhela lucir la
quinceañera,
las calzonarias que harán juego con la
corbata del caballero,
las bragas diminutas para la amante
ardiente
y las zapatillas de marca para el
adolescente.
Un niño humilde pega su naricilla a la
vidriera,
mira anhelante un Ferrari bermellón a
escala
y con su letra infantil escribe en el
vaho del cristal:
" Por favor, Niño Dios."
👏👏👏
Georges Weinstein:
Mariposas de la noche
Retornas ―y pregunto―:
¿con tu vuelo del crepúsculo
por qué tus alas temblorosas?
¿en qué sombras
libaste tus colores?
¿por qué un antiquísimo
temor a tu presencia?
¿por qué desaparecen tus formas
en cada madrugada?
¿por qué no disfrutamos la belleza
de tus alas en el día?
👏👏👏
Ástrid Arboleda:
Jardín sin sombra
“…en
el mismo jardín donde la hierba canta todavía…
entre
los matorrales de la sombra…”
Olga
Orozco
Quien lo cuidaba
ha partido
no se escucha ya
el canto de los grillos
ni los trinos
en el jardín otrora de ensueño
Hasta la hierba
grita su ausencia
la maleza cubre todo
oculta la veranera
Su sombra
no lo protege
tampoco la acacia
seca de dolor
ofrece la suya
¡quien la plantó
ya no existe!
El rosal
ofrendó su última flor
el día de su último vuelo
el del abuelo.
👏👏👏
Gilma de los Ríos:
En la propia trampa
El solo entregarme completamente,
ha cerrado las puertas de los otros,
pero no aprendo esa simple lección.
Y cuando vuelvo a amarme
y por lo tanto a dotar el amor,
quebranto libremente
los esenciales límites
del más íntimo yo.
Y por supuesto: ¡aterrorizo al otro!
👏👏👏
Adalberto Agudelo:
Los memoriales
Mi ángel de la guarda me da malos
ejemplos.
Anda por ahí borracho, en bares y cantinas.
Pregunta por dios. Dice que le prestó las alas para un vuelo y desde entonces
nada sabe de sus pasos. Loco dios, anda enredado en las cuerdas de la luz, la tevecable
y el teléfono. Pregunta por mi ángel para entregarle estas alas viejas que no
soportan el peso de sus demonios. Ahora, temerosos del vuelo, los dos cuelgan
del clavo en la pared, al lado de impermeables y paraguas.
Rosa Elena Grueso
La cometa
La cometa está en lo alto
con su cola de colores,
bajo el cielo despejado
solo el viento la sostiene.
La mano de algún niño
suelta el hilo o lo recoge,
su mirada sigue atenta
su cometa entre las otras.
A lo alto de la loma
van llegando con cometas
los pequeños y los grandes
atraídos por el viento.
En agosto, las cometas
se recrean con el viento.
Beatriz Zuluaga:
Habitación propia
con
su cuarto de recibo: el alma.
A
nadie le doy la llave porque es tan pequeña
que
apenas hay espacio
para
uno que otro sueño.
A
veces quiero ampliarla
y
salgo a pasear fuera de ella.
No
es mucho lo que puedo recoger
para
llevar conmigo: uno que otro abrazo,
una
leve caricia, en cambio muchas lágrimas
y
un miedo tan terrible
de
ver asesinar los ruiseñores
desde
todas las esquinas de la muerte.
👏👏👏
Beatriz Hoyos (Felicidad):
Mudanza
“Hay cosas encerradas
dentro de los muros que, si
salieran de pronto a la calle
y gritaran, llenarían el mundo”
(Federico García Lorca)
… Largo silencio entre tu casa y la mía, extraña ausencia…
Quizá hayas cambiado de casa.
Un papel sepia reviste sus ventanas,
los árboles no emulan su sonrisa
y en sus copas los nidos envejecen,
de los rosales de la entrada brotan solo espinas
y las mariposas parecen inmóviles por tu ausencia.
El espacio en blanco al sur de la calle diez y ocho
ya no divulga tu caligrafía,
solitario el buzón del norte abre sus fauces
y en el fondo de su externa envoltura
unas cuantas hojas acaban el otoño.
Los ejes de la carreta se oxidan
y el banco de margaritas,
deja entrever sus raíces casi secas.
¡Quizá tenga razón, quizá te hayas mudado
de casa!
El sendero a la ermita está poblado de hierbas
y en la gruta, María sin el niño entre sus brazos,
solitaria dibuja en su cara asombro y pena.
Los corales que pintaras en primavera
se confunden con el musgo del tiempo.
Grandes nubarrones se ciernen sobre el tejado
oprimiendo los silencios y la nostalgia
y en sus tejas las golondrinas hibernan sus afonías,
la chimenea emana su flujo gris sobre el barandal
y un par de sillas mecidas por el viento
descuelgan sus entramados por el muro.
¡Quizá tenga razón, quizá te hayas mudado
de casa!
Al pie de la escalinata una sombra se pasea,
mis pupilas se dilatan en el intento
por descubrir en el fondo de sus líneas tu figura.
No puedo creer que me dejaras entrada la primavera
y que tus labios no me sepan ya a fruta fresca.
¡Quizá tenga razón, quizá te hayas mudado
de casa!
👏👏👏
Dominga Palacios:
Del lado cinco de mi corazón
hay una mariposa con muletas
y un arco así de medio punto
que necesariamente ha de cruzar
mi sangre detenida diez años luz.
Yo quiero una cometa de colores
con una cola larga
que deshaga las trenzas de mi hastío,
que eche a volar,
aunque tan solo sea por un momento,
este dolor, esta crueldad,
esta inclemencia del aburrimiento.
Quiero una caña de pescar.
Una lata repleta de lombrices,
de grillos y de moscas
para engañar las horas,
para inquietar el agua,
para matar el tiempo.
Me gustan las arañas
con un puntito rojo sobre el lomo
y los peces azules sin secretos.
👏👏👏
Felicitaciones a los poetas,llevan con sus versos la vida a otras vidas
ResponderBorrarGracias Galu
Rosa Elena Grueso Vanegas