Amor propio I
Un mendigo pedía limosna dignamente,
y uno que pasaba le dijo:
-¿No te da vergüenza ejercer este
infame oficio pudiendo trabajar?
-Te pido dinero -respondió el
mendigo-, no consejo.
A continuación volvió la espalda, conservando toda su dignidad.
Voltaire
Excelente respuesta
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