5. Tilde en «qué», «cuál/es», «quién/es», «cómo», «cuán», «cuánto/a/os/as», «cuándo», «dónde» y «adónde»
Las palabras qué,
cuál/es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde son
tónicas y se escriben con tilde diacrítica cuando tienen sentido interrogativo
o exclamativo. Estas palabras, por sí solas o precedidas de alguna preposición,
introducen oraciones interrogativas o exclamativas directas:
¿Qué ha
dicho?
¿De quién es
esto?
¡Con qué seriedad
trabaja!
¿Con cuál se
queda usted?
¡Cómo ha
crecido este niño!
¡Cuán bello
es este paisaje!
¿Cuántos han
venido?
¿Hasta cuándo os
quedáis?
¿Adónde quieres
ir?
También
introducen oraciones interrogativas o exclamativas indirectas, integradas en
otros enunciados:
Ya verás qué bien lo pasamos.
Le explicó cuáles eran
sus razones.
No sé quién va
a venir.
No te imaginas cómo ha
cambiado todo.
La nota indica cuándo tienen
que volver.
Voy a preguntar
por dónde se va al castillo.
Además, pueden
funcionar como sustantivos:
En este trabajo lo importante no es el qué, sino el cuánto.
Ahora queda decidir
el cómo y el cuándo de la intervención.
Sin embargo,
cuando estas mismas palabras funcionan como adverbios o pronombres relativos o,
en el caso de algunas de ellas, también como conjunciones, son átonas (salvo el
relativo cual, que es tónico cuando va precedido de artículo)
y se escriben sin tilde:
El jefe, que no sabía nada, no supo reaccionar.
Esta es la razón por
la cual no pienso participar.
Ha visto a quien tú
sabes.
Cuando llegue
ella, empezamos.
¿Estás buscando un
lugar donde dormir?
No dijo que estuviese
en paro.
¡Que aproveche!
Aunque los
relativos, presenten o no antecedente expreso, son normalmente átonos y se
escriben sin tilde, hay casos en que pueden pronunciarse tanto con acento
prosódico como sin él. Esta doble posibilidad se da cuando los relativos
introducen subordinadas relativas sin antecedente expreso, siempre que el
antecedente implícito sea indefinido y tenga carácter inespecífico (una
persona, alguien, algo, algún lugar, nadie, nada, etc.).
Esto ocurre cuando la oración de relativo sin antecedente depende de verbos
como haber, tener, buscar, encontrar, necesitar, etc., que
admiten complementos indefinidos de carácter inespecífico. En estos casos es
aceptable escribir el relativo tanto con tilde, reflejando la pronunciación
tónica, como sin ella, representando la pronunciación átona:
El problema es que no hay con qué/que alimentar a tanta gente.
Ya ha
encontrado quién/quien le quiera y no necesita nada más.
Buscó dónde/donde sentarse,
pero no había asientos libres.
No tenía cómo/como defenderse
de las acusaciones.
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