domingo, 25 de septiembre de 2022

Tips para mejorar nuestra ESCRITURA: Capítulo III. Numerales: 9. Palabras innecesarias. 10. Rima involuntaria

Aprovechemos la generosidad del portal Ciudad Seva del escritor LUIS LÓPEZ NIEVES (https://ciudadseva.com/texto/instrucciones-para-escribir-cuentos-o-novelas/) y repasemos los consejos prácticos que nos ofrece para mejorar nuestra narrativa con los temas de ESCRITURA

9. Palabras innecesarias

Muchas veces, tanto en el caso de los principiantes como en el de escritores con más experiencia, usamos palabras que no hacen falta… o demasiadas palabras que podrían resumirse en una. Por hábito, porque suena bien al oído o por alguna razón que desconozco, pues añadimos palabras en una oración que, sin ellas, dirían absolutamente lo mismo. En la oración anterior, por ejemplo, el “pues” es innecesario. Lo puse porque me sonó bien mientras escribía, pero al revisar la oración me di cuenta de que sobraba. Lo dejé para que sirva de ejemplo en esta nota.

Hasta un texto brevísimo puede tener palabras innecesarias. Una vez leí un buen minicuento de Gabriel Jiménez Emán, de una sola oración, y asombrosamente descubrí que le sobraban palabras. El minicuento se llama “El hombre invisible” y dice:

Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

El minicuento es ingenioso, pero creo que diría absolutamente lo mismo sin las últimas dos palabras:

Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató.

Por tanto, hasta en textos breves podemos utilizar palabras superfluas.

El escritor debe ser implacable a la hora de revisar. Debe amputar, sin pena, toda palabra inútil. Las palabras innecesarias no quedan colgando como un mero adorno de la oración, sino que la degradan, le hacen daño.

Abajo colocaré varios ejemplos.

Original:

La doctora llevaba horas leyendo sin levantarse de la silla. Tomaba notas de lo que leía. Su rostro reflejaba perplejidad por lo que iba descubriendo.

Editado:

La doctora llevaba horas leyendo sin levantarse de la silla. Tomaba notas. Su rostro reflejaba perplejidad.

 Original:

Cuando los dos amigos terminaron de hablar por teléfono, ambos colgaron.

Editado:

Cuando los dos amigos terminaron de hablar por teléfono, colgaron.

 Al momento de revisar tus textos siempre debes borrar lo superfluo. Es un defecto usar palabras innecesarias.

10. Rima involuntaria

Digamos que escribes lo siguiente en un cuento o una novela en primera persona:

Me detuve frente de la casa porque mi madre me pidió que la visitara. Tan pronto bajé del auto vi a Juan, que venía por la calle comiéndose un pan. Me saludó con alegría, pero yo no sonreí.

El problema con esta oración es que contiene rima involuntaria. La rima, obviamente, tiene su uso en la poesía, la canción, etc. Pero en la prosa es un defecto que se puede arreglar de manera sencilla. En el caso de este ejemplo, pues es cuestión de escribirlo de otra manera para evitar la rima. Se puede, por ejemplo, cambiar la sintaxis o simplemente alejar a los elementos que riman:

Me detuve frente de la casa porque mi madre me pidió que la visitara. Tan pronto bajé del auto vi a Juan, el primo de Verónica, que venía cantando por el medio de la calle y comía pan. Me saludó con alegría pero yo no sonreí.

En este caso, la solución consistió en alejar a “Juan” de “pan”. Pero hay muchas soluciones adicionales. De hecho, la más sencilla, si la trama lo permite, es simplemente cambiarle el nombre a Juan o ponerlo a comer guayabas. Así tendríamos estas dos soluciones:

Me detuve frente de la casa porque mi madre me pidió que la visitara. Tan pronto bajé del auto vi a Pedro, que venía por la calle comiéndose un pan. Me saludó con alegría, pero yo no sonreí.

Me detuve frente de la casa porque mi madre me pidió que la visitara. Tan pronto bajé del auto vi a Juan, que venía por la calle comiéndose una guayaba. Me saludó con alegría, pero yo no sonreí.

En resumen: la rima involuntaria es un defecto que debemos evitar.

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