Recuerda, cuerpo.
Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado,
no solo los lechos en que te acostaste,
sino también aquellos deseos que por ti
brillaban en los ojos manifiestamente,
y temblaban en la voz; y algún
obstáculo casual los hizo vanos.
Ahora que todo ya está en el pasado,
parece casi como si a los deseos
aquellos te hubieses entregado; cómo brillaban,
recuerda, en los ojos que te miraban;
cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo.
Considerado como uno de los poetas más grandes de la literatura griega, contribuyó a rescatar la cultura helenística en el siglo XX.
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