A raíz del concurso “Medellín en cien
palabras” : https://www.medellinen100palabras.com/web/
¿Cómo escribir un
cuento corto? 5 claves para hacerlo
A la hora de escribir un cuento corto, una pregunta
usual es si debe llevar inicio, nudo y desenlace. Resuelve esta y
otras dudas sobre la creación de pequeños relatos con estas 5
claves.
La extensión de los cuentos cortos es un gran reto
para quien se enfrenta a su escritura. Aunque se trata de contar una historia
en pocas palabras, esos límites generan grandes interrogantes: ¿cómo
hago para incluir inicio, nudo y desenlace?, ¿sobre qué escribo?, ¿el final
debe ser sorpresivo?, son algunas de las preguntas que surgen al
iniciar el proceso creativo.
Si bien se trata de una creación artística, y como tal tiene un
gran componente intuitivo y misterioso, hoy te invitamos a tener en
cuenta las siguientes claves:
La extensión del cuento corto o
microrrelato
Actualmente se habla de microrrelato para designar al cuento
corto. Más allá del nombre, los estudiosos coinciden en que hablamos de microrrelato o cuento
corto cuando el texto tiene 300 palabras o menos. Así pues, una
definición muy técnica de microrrelato diría que se trata de un texto
narrativo de 300 palabras o menos.
En cuanto a la definición literaria, el escritor
venezolano, Wilfredo Machado, en Poética
del humo, asegura que: "los cuentos breves deben tener el
peso exacto de un colibrí, la velocidad de un halcón y el canto ofuscado de un
cuervo". (A propósito: ¿No te parece que la palabra Colibrí puede ser el
inicio de una gran historia?) En otras
palabras, su extensión no lo exime de la tensión y el
impacto de todo buen cuento.
¿Inicio, nudo y desenlace?
Es conveniente no perder de vista que, por corto que sea, el
microrrelato no deja de ser un cuento y debe contar una historia. No
obstante, es probable que la extensión no permita desarrollar una
estructura convencional de historia, con inicio, nudo y desenlace. El
cuento corto se la juega por una imagen, una escena o un pedazo de la historia
que le permita al lector completar lo demás.
Por lo general, las
historias convencionales toman forma a partir de
un personaje (o varios) que desea algo y las fuerzas
que se oponen a ese objetivo. Búsqueda y obstáculo configuran un conflicto y
el personaje debe resolverlo. Al entrar y salir de
ese conflicto, el personaje se transforma. El microrrelato no exige que todos estos
elementos sean visibles, pero conviene tenerlos en cuenta para definir qué
parte de la historia queda visible y cuál queda oculta.
Qué tal si nos preguntamos hoy , cómo llegar al alma
del lector con un chispazo de la historia que se tiene entre
manos; cómo lograr que el lector complete la historia
y halle el sentido. Una clave que puede funcionar es preguntarse
si, en la historia que voy a dejar visible, por lo menos se alcanza a
percibir o sugerir la transformación del personaje.
Una primera versión casi nunca es el
"diamante"
Ana María Shua, escritora
argentina, reconocida por sus microrrelatos y por ser una estudiosa de
este género, explica en Cómo
escribir un microrrelato que: "se
trata de tallar la primera versión, esa primera idea original que es como una
piedra en bruto, hasta obtener un diamante facetado. Como el material del que
se parte es pequeño y frágil, hay riesgo de que se rompa en el proceso y se
haga necesario volver a empezar".
No por corto, el microrrelato exige poco trabajo. Se trata
de llegar a una versión final a través de una labor artesanal que
involucra las palabras: quitar, poner, depurar, buscar la palabra precisa,
el ritmo adecuado... Para ello, te recomendamos subir esa primera versión
a la página de Medellín en 100 palabras e irla trabajando en línea.
Aprovecha el contador de palabras de la plataforma e inicia el pulimiento de
tu piedra, hasta que obtengas el diamante que buscas.
¿Sobre qué escribir un cuento corto?
En La trastienda de la
escritura, la escritora Liliana Heker afirma: "no hay temas buenos y temas malos. Hay
temas que, por razones laberínticas, le sientan a un escritor determinado".
Este concepto aplica para la literatura en general y, por supuesto, para los
microrrelatos. Más que preguntarse qué tema pude funcionar para los lectores,
el escritor debe preguntarse qué tema funciona para su alma (¿Cuál es ese
tema que te conmueve y te asalta con frecuencia?).
A medida que escribimos sobre asuntos que de
verdad son importantes para nosotros mismos, hay muchas más
posibilidades de lograr una buena historia. La
literatura tiene mucho que ver con la mirada particular del mundo que tiene
cada escritor; con hallar una voz original que presente una versión única
de la realidad.
El final de los cuentos cortos
Es común pensar que los cuentos cortos deben terminar con una
sorpresa. La verdad es que esa es apenas una posibilidad (y no siempre la
mejor). Enfocar todos los esfuerzos en encontrar un final sorpresivo puede
limitar la historia o hacerla caer en temas muy tratados, tipo "el
personaje que estaba muerto y no lo sabíamos" o "el que estaba soñando, se
despierta y sale de la historia que nos estaba narrando".
Por supuesto, la literatura aborda los mismos temas una y otra
vez, pero hay que tener cuidado con argumentos muy usados: hacerlos originales
es mucho más exigente. De otro lado, no
hay una fórmula para la parte final de los cuentos cortos. Se trata de
encontrar el mejor remate para esa imagen o chispazo narrativo que decidimos
seleccionar. Es el escritor el que decide en qué parte de la historia
deja entrar al lector y en qué parte la oculta de nuevo, para
que el lector la complete.
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