MIRADA AL TIEMPO
Mirar de azules infinitos,
compás de espera en la
añoranza
medio apagados tus ojos
vierten lágrimas que
convertidas en sollozos
tranquilizan el alma en la
fijeza de tu cuerpo.
Tus manos al repasar el
tiempo
con su palpo
acarician un sueño en
primavera
tu voz sonora como el canto
anuncia en la mañana
el amanecer temprano de aquel
día.
Tus labios que al pronunciar
un nombre
anuncian el lugar de donde
vienes,
y con tus brazos abiertos
me aprisionas y me tienes
asido allí como un injerto
incrustado en el talle de tu
cuerpo
y como un rizoma largo y
lento
aparece tu mirar
acariciando el tiempo.
He sido
He sido humilde monaguillo
contestador de todos los
rosarios
que en mi afán de santo
no fui capaz de sostener
el imaginado cuerpo
traspasado por candentes
clavos
y una lanceta pendiente
del corazón herido.
He sido un mentiroso
enamorado
de todas aquellas pasiones
que en la juventud se sienten
sin haberlas padecido.
He sido un filósofo a destiempo
por desafiar en el camino
a compañeros que pensaron
que la felicidad era un
estado
en el que por solo desear
estar dormido
se podría contemplar el día
por la noche
así sin son ni ruido.
He sido un competidor
que me impuse el triunfo
antes de haberlo conseguido.
Un atleta que contando
cada una de las gradas
contemplándolas todas una por
una
llegué entre pasos a cortar
la cinta en el altar dormido.
He sido el estudiante de lo
incomprendido
no me ufano de lo simple dar
por aprendido,
nunca me apoyó la final
lectura
de todo aquello que apenas ha
empezado.
Como seminarista siempre tuve
como vecina una campana,
que antes de sonar
ya estaba tapizada de
acartonado acento
y muda era la pegada.
He sido y creo lo seguiré
siendo
el empinado sentimiento
que solo el mirar de una
mirada hacen sentir
negros nubarrones, de celos
convertidos en
verdades
tormentas hechas mentiras de
verdades.
Pecados que afloran el triste
sentimiento
que con un grito hecho verso
muestran el venial
osado.
Manizales, 12 de marzo de 2010
La ilustración del libro es hecha por la artista Catalina Gallo.
imágenes reveladas de manera natural sobre hojas del árbol Tila, (usadas tradicionalmente como calmante).
Clorophylprint es una técnica alternativa que usa la potencia del sol (símbolo del padre) para irradiar la superficie y transformar el color de la hoja, revelando los recuerdos elegidos del álbum familiar y algunos retratos tomados por la artista al padre, el poeta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario