LOS JUEGOS PARALÍMPICOS ME
INSPIRAN
Lloré, si lloré, viendo la inauguración de los Juegos Paralímpicos Rio 2016. Son muchas las emociones. Comencemos por la entrada de los deportistas de las diferentes delegaciones de tantos países, todos con algún tipo de limitación física, unas más evidentes que otras, ¿cuántas prótesis por debajo de esos uniformes? Cada uno con una historia de superación, de dolor, de discriminación, de fortaleza, congregados allí con una sonrisa en sus rostros, disfrutando de este gran momento. Era la primera vez que yo veía tantas personas en silla de ruedas, me sentía identificada con ellos. En la delegación de Colombia, una de las más animadas con su baile y sombrero vueltiao, vi algunas caras conocidas, entre ellas la del amigo que me llevó al mundo del deporte paralímpico.
También
observé el ingreso del fuego olímpico al estadio, transportado por varios deportistas
durante los días previos al evento por diferentes lugares del
mundo hasta llegar a Brasil, al estadio Maracaná en Rio de Janeiro. Me impactaron los últimos tres deportistas medallistas paralímpicos.
La
antepenúltima, con su caminar lento con algún grado de dificultad, apoyada con
un bastón en su mano derecha, levantaba la antorcha con la izquierda. En un
momento dado, la deportista no pudo mantener el equilibrio y cayó al suelo. El
silencio en el estadio fue total, algunos colaboradores improvisados recogieron
la antorcha mientras ella hábilmente se levantaba sin requerir ayuda alguna. La
gente aplaudió, aunque no fue para nada un acto programado, pienso que demostró
la cotidianidad de las personas en condición de discapacidad, donde diariamente
nos enfrentamos a estas situaciones.
Después,
ella, como si nada hubiera pasado, continuó su camino hasta entregarle la
antorcha a otra medallista invidente que, acompañada por su guía, le llevó
la antorcha al último deportista nadador, también medallista, quien en su silla
de ruedas llevó en un soporte la antorcha con el fuego olímpico. En este
momento las gotas de lluvia que caían discretamente se convirtieron en un
fuerte aguacero. Él se movilizó por el extenso camino de forma hábil hasta
acercarse a unas escaleras que lo separaban del pebetero; debía alcanzarlo
para encender la llama olímpica. Esto nos permitía reflexionar: ¿qué hace una
persona en silla de ruedas al encontrarse de frente con una escalera? ¿Como
podría subir?
En ese
momento la escalera se fue desplazando por fragmentos, despejando una rampa,
dejando el mensaje de que sí se puede hacer un mundo accesible. El deportista
comenzó el ascenso por la rampa un poco empinada en medio de la fuerte lluvia,
como demostrando las adversidades diarias a las que nos enfrentamos, pero que
con esfuerzo y empeño son superadas. Finalmente encendió el pebetero dando
oficialmente inicio a los juegos paralímpicos.
También me
impactó una bailarina con prótesis en ambas piernas. Demostró un dominio total
de las mismas, increíbles sus movimientos, acompañada por un robot que era su
parejo en el baile. ¡Qué maravilla el empleo de la tecnología en el bienestar del
hombre! En este caso, en el de la bailarina que con su danza demostraba que su
limitación era superada con la ayuda de estas prótesis tan tecnológicas.
Fueron
muchas las coreografías de los bailarines con
mensajes alusivos al tema que me generaron mucha emoción.
Hoy,
cinco años después, estoy siguiendo los decimosextos Juegos Paralímpicos. Muchas cosas han cambiado. Tokio 2020 se está realizando en el 2021 con
estrictas medidas de bioseguridad -por una pandemia- que privan la asistencia
de público a los diferentes escenarios. Afortunadamente, están los medios de
comunicación y las redes sociales que, aunque no hacen un despliegue como el de
los Juegos Olímpicos, sí permiten que en las madrugadas o en las noches (por
las catorce horas de diferencia con Japón), podamos disfrutar de este
despliegue de tenacidad.
El nadador Nelson Crispín Corsso, en los 200
metros combinados, ganó la primera medalla de oro para Colombia con récord
mundial.
Hasta hoy (domingo 29 de
agosto), en la quinta jornada, ya la selección de Colombia tiene 2 medallas de
oro con récord mundial, 4 de plata y 6 de bronce, para un total de 12
Deseo que estos 69 deportistas paralímpicos que
representan a Colombia, superen lo realizado por 39 deportistas en Rio de
Janeiro 2016, donde obtuvieron 2 medallas de oro, 5 de plata y 10 de bronce,
para un total de 17. En Londres 2012 fueron 2 medallas de plata.
Tanto
ahora, como hace cinco años, cuando veo las diferentes pruebas, la
admiración es total. Nadadores paralizados casi completamente, otros sin
brazos, sin piernas, o sin brazos y piernas, que logran mejores tiempos que
personas con sus cuatro extremidades. Todos estos deportistas descubrieron que
había algo más allá de su limitación, que podían ver el mundo de una forma
diferente a partir de su condición. No se quedaron en el lamento y la
desesperanza.
Definitivamente
me convenzo cada vez más de que las limitaciones están más allá de lo físico, y
de que el hombre logra cosas increíbles cuando le da rienda suelta a su mente,
cuerpo y espíritu.
Ángela Victoria Urhán Giraldo
Medellín, Colombia.